Ayer en el Aaiún murió tiroteado por la policía marroquí un niño de 14 años cuando el vehículo que ocupaba comenzó a recibir balazos. El coche, ocupado por jóvenes que pretendían entrar al campamento para reunirse con su familia fue tiroteado por militares marroquíes. Marruecos, lejos de castigar a los asesinos, ha emitido un comunicado a través del Ministerio de Interior marroquí justificando la masacre, argumentando que los militares dispararon en respuesta "a una bala disparada desde uno de los vehículos. Según los primeros elementos de la investigación, los individuos se encontraban a bordo de dos vehículos. Se disparó una bala desde uno de ellos, lo que obligó a las fuerzas del orden a responder". Es una vergüenza que encima de acribillar a un niño lo justifiquen con mentiras.
Por otra parte, los otros jóvenes que fueron heridos por balas, fueron conducidos al hospital militar y no al civil debido a una contra orden que la ambulancia que los transportaba recibió. La Oficina del Ministerio saharaui de Territorios Ocupados ha denunciado el hecho públicamente, ya que esta situación hace dificil a la familia de los jóvenes saber cuál es el estado de salud de sus parientes.
Mientras tanto, Nayem Elgarhi se convierte en un mártir de la lucha del pueblo Saharai por su liberación, con sólo 14 años, y el pueblo saharaui, que se oscurece de luto, continúa sufriendo la invasión, el terror y los asesinatos y las torturas genocidas de un Estado, Marruecos, que sigue manteniendo relaciones internacionales con los países más "democráticos" del mundo, como son EEUU o España.
